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Existía hace muchos años, un juego en el que todos alguna vez participamos y es «Se quema el pan».

Se quema el pan
 
En la población de Santa Elena, los chicos jugaban casi siempre en la noche este juego que consistía en esconder una prenda y buscarla, quien la encontraba, merecía dirigirlo.
 
Así pues una noche se encontraban jugando los chicos del barrio buscando la prenda; uno de ellos encontró la soga que habían escondido y empezó a tirar de ella mientras esta seguía creciendo como si no tuviera fin. 
 
Intrigados, los muchachos decidieron ir a buscar el origen de este misterio, encontrándose con un hombre de cuyo trasero salía la soga, que en realidad había sido el rabo del diablo.
 
Todos salieron a la carrera, muy asustados a contar lo sucedido a sus familiares. Desde aquel entonces, los chicos ya no practican este juego por las noches por temor a ser perseguidos por el demonio.
 
Nelson Salinas Solano, 1945, Sta. Elena, Sta. Elena
Mitos y leyendas de la Península de Santa Elena
Recopilados por Maria Teresa Alvarez y Sol Damerval