Esta es nuestra primera entrega sobre este concepto que esta cambiando ya muchos de los comportamientos alrededor del mundo. CONSUME INTELIGENTEMENTE, CONSUME RESPONSABLEMENTE
– Opta por alimentos frescos, frente a los altamente procesados.
– Asegúrate de que tu alimentación sea variada y equilibrada, completa y suficiente, orientándote con la “Pirámide Alimentaria”para incluir todos los grupos de alimentos en su proporción adecuada. RECUERDA Nuestras necesidades alimenticias cambian según la edad, el tipo de vida y la actividad física.
-Vela por una correcta manipulación de los alimentos en casa (especialmente huevos, pescado o alimentos congelados), para evitar intoxicaciones.
– Elige alimentos certificados como ecológicos; para cultivarlos, no se usan quimicos perjudiciales para la salud o el medioambiente, y son libres de organismos genéticamente modificados (OGM). Además, las técnicas de la agricultura ecológica potencian la fertilidad natural del suelo y la capacidad productiva de los ecosistemas, y respetan los ciclos naturales de los cultivos.
– Evita productos alimenticios que son, o contienen, organismos genéticamente modificados (transgénicos). Aunque la biotecnología ofrezca ciertos beneficios, considera también los riesgos potenciales. Estas supuestas ventajas requerirían de cierta dosis y constancia en el consumo que no se suele indicar. Con una alimentación equilibrada y sana, no te hacen falta estos efectos especiales.
– Duda de los productos que prometen ser adelgazantes, pues pueden ser hasta peligrosos para tu salud, y algunas promociones infraccionan o rozan la ley.
– Intenta dejar de fumar y evita el exceso de alcohol.
Adaptado de la Guía de Consumo responsable de la Confederación Española de Cooperativas de consumidores y usuarios.