El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, es una fecha proclamada por ONU para tomar conciencia sobre esta probemàtica que pone en riesgo la seguridad alimentaria a nivel global.
La desertificación es la degradación de los suelos hasta tal punto que no sean aptos para cultivar y afecta a más de 110 países, que perden màs de 5 millones de has. de tierra productiva cada año. Segùn grupos ambientalistas el 60% de la tierra cultivable del mundo, está en proceso de degradación.
Què hacer para prevenir y revertir la desertificacion?
El manejo integrado de suelos y agua son clave para prevenir la desertificación. Tomar medidas para evitar la erosión y la salinización. El uso sostenible de la tierra evitando sobrepastoreo, sobreexplotación de cultivos, apisonamiento de suelos y malas prácticas en riegos que sean detonantes sobre tierras secas especialmente.
Entre las buenas pràcticas para evitar la desertificaciòn podemos nombrar: la desconcentración de las actividades humanas, el uso rotativo en tierras de pastoreo, no sobrecargar la capacidad de los suelos con sobrepastoreo y diversificar las
El correcto uso del agua, con tècnicas tradicionales para la recolección, almacenamiento y otras medidas para su conservación. Las prácticas de manejo para almacenar agua en las temporadas de lluvias fuertes también ayuda a prevenir la erosiòn por escorrentía que puede llegar hacer perder la fina y fértil capa superficial de suelo.
Para restaurar eficazmente tierras secas desertificadas, es necesaria una combinación de políticas y de tecnologías, ademàs de la activa participaciòn de las comunidades locales.
Algunas medidas incluyen el establecimiento de bancos de semillas, reposiciòn en esas tierras de materia orgánica y de organismos del suelo, reintroducción de especies seleccionadas. Otras prácticas como el cultivo en terrazas y todas aquellas que eviten la erosión, control de especies invasoras, la reposición de nutrientes
químicos y orgánicos, y la reforestación.La participaciòn de la comunidad en el diseño y puesta en práctica de estos modelos es esencial para lograr la rehabilitación de suelos degradados.