El Jardín Botánico de Bogotá es la sede de la exposición «Quito Jardín de Quindes», muestra de 65 esculturas que representan al colibrí, ave emblemática de la Ciudad de Quito, cuyo nombre en quechua es «Quinde».
Este proyecto de arte urbano y educación ambiental, se presenta en el marco de la Cumbre de Cambio Climático que comenzó en Bogotá el pasado 18 y continuará hasta el próximo 25 de noviembre. La inauguración contó con la presencia de los Alcaldes de Quito y Bogotá.
65 colibríes, cada uno de 1.70 metros de alto, llegaron vía aérea a Bogotá y con sus alas extendidas sobre una base de 1.10 metros, se posan ya en el Jardín Botánico José Celestino Mutis.
Se trata de la exposición «Quito Jardín de Quindes», muestra de 65 esculturas que representan al colibrí, ave emblemática de la Ciudad de Quito, cuyo nombre en quechua es «Quinde», y que llega procedente de la capital ecuatoriana, con el objetivo de acercar a la ciudadanía al conocimiento y apropiación del Patrimonio Natural de nuestro país.
La exposición es una muestra de las 130 especies de colibríes, que existen en Ecuador, de las cuales 54 se encuentran en la capital. Las esculturas fueron realizadas por el artista ecuatoriano Nixon Córdova. Están trabajadas en resina sintética con un acabado similar al mármol blanco. Las obras fueron intervenidas por artistas, pintores, escultores, arquitectos, grafitteros, agencias de publicidad, escuelas de artes y universidades, quienes se encargaron de darle color a las esculturas.
El viaje de los «Quindes» es un esfuerzo por hermanar a las ciudades en temas de educación ambiental, Cultura y apropiación del espacio público. La muestra, con el apoyo de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, se encuentra ahora en Bogotá luego de haber recorrido varias ciudades de Ecuador: Ambato, Guayaquil, Quevedo y Cuenca, siendo considerada por medios de comunicación y la ciudadanía, como la exposición de arte urbano más visitada en nuestro país.
«Durante los dos meses de exhibición los «Quindes» podrán ser visitados por colombianos y extranjeros, en el Jardín Botánico de Bogotá, lo cual es un orgullo para los quiteños, por ser el animalito representante de nuestra identidad. Con esta exposición haremos llegar un mensaje ambiental para enfrentar el cambio climático desde el arte y la cultura, y extenderemos la invitación para la conservación de varias de estas especiales, que están en peligro de extinción por la acelerada destrucción del medio ambiente. Latinoamérica es tierra de artistas y desde este ámbito hacemos nuestra lucha», señaló María Sol Corral, Vicealcaldesa de Quito.
Quito, Capital mundial de las Aves
El proyecto se sustenta en la extraordinaria riqueza en flora y fauna del Ecuador, uno de los cinco países megadiversos del planeta. El grupo de las aves es particularmente importante dentro de la rica biodiversidad ecuatoriana.
Ecuador es el cuarto país en el mundo en cuanto a número de especies de aves presentes en el territorio, sin embargo al establecer la relación entre número de especies de aves y tamaño del país, Ecuador ocupa el primer lugar.
Las 1659 especies de aves registradas en los 256. 370 km2 del territorio ecuatoriano, lo convierten en el «país de las aves». El Distrito Metropolitano de Quito alberga cerca de una tercera parte de la riqueza ornitológica del Ecuador ( 542 especies), por lo que es considerada la «Capital mundial de las Aves».
Existen 130 especies de colibríes en Ecuador, cerca de la mitad de ellas en Quito, que cuenta con regiones subtropicales altas y también páramo de más de 4.000 metros de altura. Lamentablemente varias de esas especies estén en peligro de extinción debido a la acelera destrucción del hábitat y la polución, por lo que ve en la exposición » Jardín de Quindes» es un llamado de atención para su conservación.
De colores tornasolados los quindes tiene una aerodinámica especial y la articulación de sus alas les permite una agilidad extrema, como detenerse en vuelo y volar hacia atrás. Aletean unas sesenta veces por segundo, una actividad para la que requieren el alimento altamente enérgico que les provee el néctar de las flores, por lo que han desarrollado picos con forma y tamaño en relación a las flores de las que se alimentan.
El más pequeño de los colibríes puede medir cinco centímetros y pesan 10 y 12 gramos y el más grande, 23 centímetros y entre 15 y 18 gramos. En tan reducido tamaño son gigantes en la cadena de la vida por su función de polinizadores.