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Ni armas de fuego, ni perros asesinos, ni alambradas electrificadas, ni autoridades vendidas detendrán la fortaleza de las mujeres que recolectan y pescan en los estuarios de manglar. “Aquí nacimos, aquí nacieron nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hijas, nuestras nietas. Aquí trabajamos, aquí cantamos y jugamos. Aquí nos enamoramos, aquí encontramos la comida. Este territorio nos pertenece por herencia. ¡De los manglares, no nos vamos!” Francisca Nieve Álava Loor .

En la comunidad El Verdún, en el estuario de manglares del río Chone, en el cantón Tosagua, provincia de Manabí, Ecuador, Francisca Nieve Álava Loor, lucha todos los días porque su comunidad no sea desplazada frente a la ambición de las empresas dedicadas a la acuacultura industrial del camarón. El empresario: Jefferson Loor, aduce haber comprado al banco del Pacífico, decenas de hectáreas de piscinas camaroneras que estaban abandonadas en la comunidad; aduce que el Banco le ha vendido, también, los manglares y hasta las áreas donde la comunidad está asentada desde hace 70 años. Juicio tras juicio enfrenta doña Francisca Alava, gente pagada y autoridades la amedrentan constantemente, ella no saldrá de su comunidad porque aquí está desde la llegada de sus bisabuelos.

Hace 50 años llegó la acuacultura industrial del camarón y con falsos ofrecimientos de empleo y desarrollo, desalojó a la comunidad. La industria se adueño de las manglares de la zona y arrinconó a los pobladores, la actividad de la pesca y recolección, a la que se dedicaban, decayó significativamente. Muchos comuneros van y vienen de las ciudades buscando empleo, la comunidad se empobreció, el poco remanente de manglar que sobrevivió a la devastación no abastece para todos y todas las pobladoras.

Con la quiebra de la banca, en la década de los 90, la Agencia de Garantía de Depósitos embargó estas piscinas, y han permanecido abandonadas por más de una década. Dentro de las piscinas el bosque de mangle se regeneró naturalmente y la fauna empezó a aparecer, convirtiéndose en áreas productivas para la pesca y la recolección. Hace unos meses apareció un supuesto “dueño” que, a toda costa pretende adueñarse de la comunidad, atropellando los derechos de esta población.

“Con el proceso de regularización de las piscinas camaroneras, impulsado por el gobierno, ahora todos los camaroneros son ‘más dueños’ de los manglares: nos insultan, nos echan bala, nos echan perros, cercan los manglares con alambres de púa electrificados, para impedirnos el paso a trabajar. Nos acusan de delincuentes. No hay autoridad ni ley que nos haga respetar”. Hace 2 días (23 de noviembre/ 2011) , ante el juzgado del cantón Tosagua, se interpuso una acción de protección con el objetivo de precautelar los derechos constitucionales de los pobladores de la comuna El Verdún y en particular de la compañera Francisca Álava.

Las mujeres recolectoras de concha, las mujeres que capturan cangrejo, las mujeres que pescan en los estuarios del ecosistema manglar de la faja costera ecuatoriana, sufren diariamente la violencia de la acuacultura industrial del camarón, y de las autoridades cómplices de la impunidad con que se ha destruido este ecosistema.

LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES, LA DEFENSA DEL DERECHO A LA VIDA DE LAS MUJERES, TIENE QUE DEJAR DE SER UNA FRASE, UN DIA, UN DESEO…
Un homenaje a Francisca Nieve Álava Loor, una mujer del manglar, una mujer luchadora, que como muchas mujeres no está dispuesta a dejarse vencer. 

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES DEL MANGLAR

Fuente: C-CONDEM Corporación Coordinadora Nacional para la Defensa del Ecosistema Manglar del Ecuador

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