Loading

La escritura ancestral que surgió como un modo de registrar las impresiones de la relación hombre-naturaleza y hombre-hombre, exige para su decodificación ESCUCHAR, y siendo repetitivo, quién más, sino quién, se levanta en las mañanas oliendo el aire que viene del océano y de los Andes, quien por nacimiento o adopción ha hecho de ésta, su amada tierra. (Manuel Palacios)

Que los antiguos pobladores americanos poseyeran escritura, es un tema que en los albores del siglo XXI, sigue provocando encendidos debates entre los especialistas, que aún hoy día siguen negando esta posibilidad. Sin embargo, al examinar a los pueblos originarias de este continente, se observa que poseyeron una cultura muy avanzada, donde el elemento escritura ocupó un lugar esencial. La carestía de documentación se explica en parte, por el accionar colonizador que destruyó cientos de registros, al considerar que estaban ante elementos paganos e idólatras.

Algunas evidencias de esta forma de comunicación, que escaparon al yugo colonial, pasaron a integrar colecciones de Museos, además de manos privadas, que hacen más difícil un seguimiento sobre este proceso; que con el advenimiento del descubrimiento se encontraba medianamente interrumpido, aunque funcionaba a través de las élites escribas, muchas de las cuales escondieron preciosos testimonios en lugares inaccesibles, para evitar su aniquilación “por el blanco”.

En el pasado siglo nuevos hallazgos en la región, dieron cuenta de una cierta forma de escritura, aunque en muchos casos ininteligibles y de difícil traducción, en su mayoría compuesta por elementos simbólicos, e ideográficos. Especialmente este tipo de grafía se detectó en ciertas culturas sudamericanas, desarrolladas sobre todo en Bolivia, Perú y Ecuador. Además de estos componentes, esta grafía mostraba cierta relación matemática, y astronómica, así como elementos binarios, que recién ahora se están detectando, lo cual habla de un pensamiento complejo y desarrollado.

Descifrar este tipo de escritura requiere salirse de los cánones establecidos, e iniciar un camino diferente, siendo por lo tanto muy pocos los lingüistas que deciden arriesgarse ante este tipo de caracteres, aún ignotos en su gran mayoría, lo cual se explica en parte por la falta de preparación, aunado al poco interés académico que reniega de este material. A pesar de estos obstáculos, una nueva generación de estudiosos americanistas, ávidos por escudriñar ese pasado olvidado, está surgiendo, desafiando las viejas escuelas que no dan cuenta de los nuevos tiempos.

Uno de estos audaces, es un joven sabiecito ecuatoriano, Manuel Palacios, que en silencio trabaja en estas escrituras incomprensibles, donde fabulosos secretos aguardan para ser revelados.

Comienzo con una pregunta tabú: ¿Es posible hablar de un sistema de escritura en el continente americano?

En América existió una proto-escritura (en el sentido formal). Cada símbolo transmitía una o varias ideas, y la combinación de diferentes símbolos daba como resultado, una idea de mayor amplitud (una historia), o una más específica. No olvidemos que su escritura era funcional, y la combinación debía tener esas cualidades.

Los ejemplos abundan: los tocapus andinos, tablas de piedra de la cultura Hopi, libros de piel sioux, textiles de los indígenas Kuna, kellkas, que son libros de hojas de plátano, tankas de la cultura paracas, tablillas con escritura jeroglífica de la isla de Pascua, glifos mayas y aztecas, por mencionar algunos.

También existen sistemas numéricos y geométricos como los quipus, las tablillas perforadas de los Kitus, el nepohualtzintzin o ábaco azteca y los wampums de las tribus norteamericanas.

No es utópico decir que en América existieron sistemas contables y de escritura, lo alejado de la realidad, sería afirmar lo contrario.

Una escritura ideográfica en América, indicaría una civilización del tipo conceptual.

La escritura prehistórica americana es concreta, la idea debía ser expresada sin ambages, debía cumplir su función. Evidentemente su sistema de escritura tenía los mismos patrones, y a medida que seguía retrocediendo pasando por las estructuras alfabéticas, silábicas, al llegar a los ideogramas, me dí cuenta podía sintetizarse una idea o varias ideas, y que la relación de esas formas básicas de las que se compone un ideograma o logograma, permanece en nuestra memoria genética.

Para citar un ejemplo, el símbolo del falo erecto, da una clara idea de sexualidad, y también el acto de penetración de avance, es asociado a la conquista, al nacimiento. Estas ideas están muy estrechamente ligadas a la cosmovisión del pueblo que realizó los símbolos. América no está alejada de ese proceso, y las pruebas halladas y que seguirán encontrándose, darán fe de ello.

Quizás una de las muestras más representativas de la escritura conceptual, la tenemos en la colección del malogrado doctor Javier Cabrera, quién falleció sin ver reconocida su labor. Me refiero a las controvertidas Piedras de Ica.

Los ideogramas de las piedras de Ica, nos hacen cuestionarnos la lógica de la evolución lineal.

Según entiendo, desde una comprensión geológica, hace aproximadamente 60 millones de años se produjeron cambios en las placas tectónicas del planeta, lo que originó que territorios se hundan y otros se levanten (cordilleras y altiplanos), sin embargo el valle de Ica aparentemente fue poco alterado, ya que limita con la placa de nazca, al igual que otras áreas de la costa sudamericana, lo que crea condiciones idóneas para la conservación de especímenes fósiles y arqueológicos, lo cual remarcaría que los restos aquí encontrados poseen una antigüedad mucho mayor a los que puedan encontrarse en la cordillera de los Andes.

La historia del Dr. Cabrera no es una historia aislada, grandes seres han cerrado sus ojos sin ver reconocida su labor. Hay un adagio que reza: “La victoria tiene muchos padres, más la derrota es huérfana”. En el caso de los Gliptolitos y la obra en general del Dr. Cabrera, es todo lo contrario, pese al rechazo y los intentos de los académicos de desprestigiarla, es y será un legado para las nuevas generaciones, ávidas de buscar y encontrar la verdad, sin dogmas ni prejuicios.

Acerca de tu sistema de traducción ¿Cuáles son tus referentes en este campo?

Bueno, soy un autodidacta, y considero que mi formación puede ser comparada a la manera en que una abeja fabrica miel. Mi sistema de traducción es producto de muchos referentes y a la vez de ninguno, suena contradictorio, pero déjame explicarlo.

Aprendí a descifrar cuando aprendí a escuchar. En esto me ayudó mucho mi esposa e hijo, cuando él lloraba, a veces me molestaba no entenderlo, pero ella sabía exactamente solo con escucharlo qué era lo que pasaba, qué necesitaba. Cuando le pregunté como podía hacerlo, me contestó: Es el amor de madre el que me hace entender lo que quiere.

En esa época, estaba haciendo comparaciones entre diferentes alfabetos parecidos como el rúnico, ibero, tifinagh, brahmi, y las escrituras de la región de Anatolia en general. Intenté acceder a expertos para compartir opiniones, y “felizmente” – como aclararé luego – en el mejor de los casos no recibí contestación, o intentos de disuadirme, y dejarlo en manos de quienes sabían. O simplemente la pregunta: ¿Arqueólogo o Lingüista?

Y ante mi negativa, respondían: ¡No podemos perder tiempo!

Sin embargo, esto me obligó a no estancarme y retroceder un poco más, viendo una extensa lista de logogramas luvitas anatolios. Siempre se creyó que las escrituras sintéticas no tenían posibilidad de combinación, pero en mi caso pude comprobar que no solo pueden combinarse, sino que a la vez, son mucho más versátiles. Volviendo al ejemplo de la respuesta anterior: un falo erecto, al simplificarse es una línea. Un volcán, que es el rey de las montañas, se simplifica en un triangulo equilátero, y por supuesto este símbolo se lo usa también en ocasiones para referirse al rey del cielo, y al monarca de un determinado pueblo.

Un texto clave que me ayudó también en mi tarea es Sintaxis de la Imagen de Donis A. Dondis, que trata acerca de fotografía, diseño gráfico e industrial y arte. Este libro me ayudó a comprender un poco como funcionan las composiciones, la alfabetización visual, y la forma que tenemos de asimilar la cultura, y los símbolos.

Los quipus incas y jeroglíficos mayas, son algunos de los representantes de la llamada escritura americana perdida, sin embargo, su desciframiento sigue siendo un misterio.

Esto se debe a que los gobiernos no establecen prioridades, a veces parece que es más importante difundir el arte colonial que las manifestaciones culturales precolombinas. Quien no conoce el pasado está destinado a repetir los mismos errores, y es cierto. En los albores de la conquista, seguramente los evangelizadores vieron en los códices mayas y quipus incas, una amenaza a sus intereses y de allí su afán en destruirlos. Me pregunto: ¿qué historia contaban estas escrituras? ¿quizás las que aún se mantienen en forma oral, y hablan de cataclismos, hundimiento de continentes y migraciones en diferentes períodos, todo esto de civilizaciones antediluvianas?

El punto clave es ESCUCHAR. Y como daba el ejemplo de la madre con el niño, escuchar, está estrechamente ligado a AMAR al sujeto, en este caso la tierra. El problema es que – y sé que voy a ser criticado por esto- muchos de quienes intentan traducir, aman más el reconocimiento y el dinero, que no les interesa escuchar los que cuentan quienes han vivido allí, sino solo imponer su erudición.

La escritura ancestral que surgió como un modo de registrar las impresiones de la relación hombre-naturaleza y hombre-hombre, exige para su decodificación ESCUCHAR, y siendo repetitivo, quien más sino quien se levanta en las mañanas oliendo el aire que viene del océano y de los Andes, quien por nacimiento o adopción ha hecho de ésta, su amada tierra.

Acerca del desciframiento de la escritura inca, hay que notar que un referente es el trabajo realizado por Williams, acerca de los TOCAPUS o diseños geométricos usados generalmente en textiles, y a los que les atribuye valor consonántico. En cuanto a los glifos mayas, quizás el intento de decodificación más interesante, y no solo por la juventud del investigador, es la de David Stuart, con el que coincido sobre la diversidad de significados, y la posibilidad de combinarlos, aunque también se mantiene en tomarlos no como logogrmas sino como sílabas.

Yo sigo un principio lógico, en ambos casos. Lo más probable, es que contaran una historia, o que simplemente expusieran una idea de 10 a 20 palabras.

¿Qué metodología aplicarías para descifrarlas?

Siguiendo mi sistema, lo que primero haría es reducirlas a sus formas básicas. Esto no es arbitrario, es el producto de años de esfuerzo y búsqueda, en el caso expuesto aquí, solo he simplificado los jeroglíficos que expresan una idea básica.

Luego, y aunque consideres que estoy evadiendo la pregunta, me dedicaría a escuchar al símbolo en particular, su relación con toda la inscripción en general. Aquí es importante también conocer la cosmovisión, y circunstancias histórico-sociales en las que esta inscripción fue realizada.

Al tener los caracteres básicos (puntos, líneas, curvas, círculos), veo como interactúan, analizo las lecturas posibles. Por lo general trabajo realizando 3 tipos de traducción, una general y rápida (a vuelo de pájaro), una detallada y específica (leyendo cada carácter como un todo), y por último una traducción intuitiva, teniendo como base las dos anteriores.

Lo diferente de mi sistema es que no intento descifrar hacia o desde una lengua en particular, sino del símbolo a la idea, teniendo en cuenta, como dije antes, la cosmovisión (conjunto de opiniones y creencias que conforman la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir del cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente). Pero para mi sorpresa, a veces lo más importante es tan solo escuchar, a América, a los Andes, a nuestros ancestros y maestros.

Al remontarse en la historia de las antiguas grafías americanas, los primeros estudios que se realizaron mostraron una diversidad de lenguas, como si muchas culturas hubieran tenido conocimiento de este continente en la antigüedad, y lo hubieran visitado, dejando registros de esas incursiones a través de ciertas escrituras, que muchos consideran controversiales. Así encontramos muestras sumerias, hititas, fenicias, semita, por mencionar algunas, con la diferencia que su sistema de escritura es mucho más arcaico en América, que en sus lugares de orígenes, una especie de proto escritura. ¿Cómo se explica esto?

Muchos estudiosos como Brasseur de Bourbourg por citar alguno, han establecido paralelismos, entre culturas de Europa, Asia y África con Culturas Americanas. En América (cuyo nombre no fue en honor a Alberico Vespucio, sino a Amorrica, el ancestral nombre de este continente), en diferentes hallazgos realizados, encontramos escrituras ideográficas, muchas de ellas relacionadas (como puede comprobarse usando mi sistema), que son anteriores a la llamada “evolución de la escritura” conocida.

Una globalización prehistórica debió ser inminente, no sólo porque los americanos eran excelentes navegantes y contaban con los medios (Podría consultarse a Thor Heyerdalh y la expedición Kon -Tiki), sino además porque geológicamente está demostrado que existieron los cataclismos y movimientos de placas tectónicas de los que hablan las leyendas. Si bien la influencia a lo largo del tiempo fue de lado y lado, la prueba filológica prueba que sistemas de escrituras de los que se originaron las escrituras en Europa y Asia, tuvieron su origen en América.

En América existieron algunas culturas primigenias que no han sido estudiadas. Creo que un gran obstáculo, es la falta más hermandad entre los pueblos americanos. Veo que cada uno quiere imponer su cultura, ancestros y creencias minimizando a las otras. Esto lo vemos desde la conquista, y no quiero polemizar sobre el asunto.

Esto sumado al poco valor que le damos a nuestra historia ha sido la causa por la que miles de piezas de inmenso valor cultural, estén en manos de coleccionistas privados, en el mejor de los casos, en otros, a la deriva en subastas de mercado negro.

Tengo entendido que estás trabajando en el desciframiento de la Colección Crespi, colección maldita si las hay.

Me estoy centrando en la Colección Crespi, por las razones expuestas a lo largo de esta entrevista. El desciframiento en base a mi sistema, ha sido extremadamente fructífero en la Placa Pirámide y Jaguares. Actualmente me hallo en la tarea de identificar, y simplificar el mayor número de ideogramas. El mayor impedimento, es no contar con buenos registros fotográficos de las piezas de esta Colección.

La traducción de la placa mencionada dice: En el tiempo en que la civilización lunar vivía en la tierra (da una pista en torno a la fecha relacionada con la CAPACIDAD de poder ver desde ambos hemisferios a la Constelación del Puma, y a que la Luna estaba muy cerca), muchas grandes ciudades (alrededor de 200) estaban confederadas bajo el aparente liderazgo de un rey, estos pueblos eran migraciones de la desaparecida Atlántda. Este rey tenía el poder de usar la fuerza de los elementos y la energía de los planetas, mediante palabras, oraciones e invocaciones. Aparentemente se usaba la energía geotérmica de los volcanes de diferentes maneras, pero luego el pueblo se reunía en las faldas de un volcán majestuoso y enorme (quizás el central) y el rey egoístamente demostraba el poder de su verbo sobre el volcán, lastimosamente, para la multitud que observaba. Ciego de poder no supo entender los límites y el volcán erupcionó regando lava por doquier, y creando una nube tan alta y espesa que podría verse incluso desde el espacio.

Algunos que tenían poder o eran sacerdotes o escribas, rogaban al cielo, a la madre Luna que haga llover para disipar esa inmensa nube que no dejaba que el sol aparezca y les indique a donde movilizarse.

Créeme que cuando pude traducir esta placa, luego de intentarlo por más de un año, me sentí sobrecogido. Un mensaje clave se cierne: La natura equilibrada sustenta, pero si por nuestros intereses egoístas la desequilibramos, entonces seremos artífices de nuestra propia destrucción.

Tu desciframiento coincide en parte, con el trabajo del investigador de origen italiano, ya fallecido, Gabriele Baraldi, quién en sus últimos años se dedicó a traducir la colección Crespi. El habló del imperio de la Constelación de la Cruz del Sur, y sugirió una conexión Atlante.

Mi sistema de desciframiento se basa en la simplificación de un ideograma a su mínima expresión y luego su combinación, teniendo como objetivo ir hacia el concepto, no hacia una lengua, lo estoy realizando en grupos relacionados, actualmente los logogramas luvitas (que son anatolios), caracteres de Mohenjo Dharo, la escritura rongo-rongo de la Isla de Pascua, e Islas de Oceanía en general.

Baraldi es un investigador que siento muy cercano. Por conversaciones con expertos me he aproximado a su obra de una manera intuitiva, sé que el encontró un nexo entre los jeroglíficos hititas, y el grupo lingüístico tupi-guaraní. Esto lo relaciono con lo que decía Brasseur de Bourboug acerca de los Caras de Ecuador. Creía que pertenecían a esa raza de navegantes, cuyas huellas se encuentran en el antiguo y nuevo continente y que la historia designa como Carios en Europa y Asia; y como Caribes y Guaraníes en América. Brasseur se fundamenta en los toponimios, los sufijos, etc.

La Atlántida estaba geográficamente dividida en 4 partes, su símbolo era la cruz (+), noté que al girarse este símbolo (X), se estaba indicando una migración desde la Atlántida. Por eso ambos símbolos son recurrentes en inscripciones precolombinas. Si observamos la iconografía de los pueblos americanos, ambos símbolos están relacionados con una estirpe o raza real, un claro ejemplo son los tocapus o tejidos que registra Felipe Guamán Poma de Ayala.


Se que a pesar de no tener una formación específica en estos campos, igualmente te escriben muchos académicos, interesados en tus descubrimientos. Eso habla de una apertura, aunque no oficial, sobre un tema tan controvertido como son las antiguas escrituras americanas. Después de todo, la decodificación de estas grafías aún está en pañales.

Mi desarrollo autodidacta ha abarcado muchas áreas, y en este caso específico he tratado en lo posible de buscar la ayuda de los expertos, sin lograr resultados. Sin embargo, cuando empecé a publicar en mi site, las compilaciones de cario, magyar y brahmi, entre otra información, he notado acercamiento y colaboración de su parte.

Es cierto, mi sistema está en capacidad de reducir ideogramas a ideas básicas, esto sería aparentemente aplicable a cualquier tipo de escritura conceptual, pero es necesario conocer la cosmovisión, las circunstancias históricas y sociales, en la que esa placa, glifo fue grabado. 


Me siento agradecido hacia todos quienes me han escrito para comentar o criticar mi trabajo, ya que es clara señal de la apertura de la que me hablas.

Las culturas americanas no han legado una historia escrita para que permanezca olvidada en bodegas de Museos, sino para enseñarnos sus conocimientos, aciertos y fracasos. Su difusión y estudio debe ser multidisciplinario, no debe haber egoísmos ni posiciones unilaterales, sino el diálogo, el debate y la concertación.


NOTA: Agradezco por su crucial ayuda en mis investigaciones a: Prof. Debnarayan Acharyya,  Debora Goldstern(investigadora argentina), Ruth Rodíguez Sotomayor (investigadora ecuatoriana, quien clasificó como Tankas a los tejidos de Parakas)


en_USEN