- Moussa, qué edad tienes?
- ¡Qué turbante tan hermoso…!
Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo…
A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados…
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa..
- ¿Quiénes son los tuareg?
Tuareg significa «abandonados», porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: «Señores del Desierto», nos llaman.Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece… «¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!», denunciaba una vez un sabio:Yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio…
- ¿De verdad es tan silencioso el desierto?
Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón.No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba…Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre… Y yo.¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
Mucho. A los 7 años ya te dejan alejarte del campamento, y te enseñan las cosas importantes: A olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas…Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes:Te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda…
-Allí todo es simple y profundo.Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad.Cada roce es valioso.¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos!.Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más te chocó en tu primer viaje a Europa?
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja…
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¿Tanto como eso?
Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos…Yo tendría unos doce años, y mi madre murió…¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con tu familia?
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- Y lo logró.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Sí… ¿Qué es lo que peor te parece de aquí?
Que tienen de todo, pero no les basta.Se quejan.¡Se pasan la vida quejándose! Se encadenan de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa…En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Fascinante, desde luego…
Es un momento mágico… Entramos todos en la tienda y hervimos té.Sentados, en silencio, escuchamos el hervor…La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor…
- Qué paz…
Aquí tienen reloj, allá tenemos tiempo.