Loading

A parte del bloque 31, el gobierno ecuatoriano
 mantiene abiertas licitaciones para otros bloques.
 TODOS dentro de la
zona de mayor biodiversidad del mundo,
a pesar del discurso oficial.

En días pasados el Ministro de Recursos Naturales no Renovables Wilson Pastor, ha declarado que se solicitaría al BIESS (Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) una inversión equivalente a la mitad del monto necesario para explotar el petróleo del Bloque 31, alrededor de 180 millones de dólares de los aportes de los afiliados. 
El bloque 31 tiene cerca de un 80% de su espacio total dentro del Parque Nacional Yasuní y se encuentra a menos de 100 kilómetros del proyecto “Ishpingo, Tambococha y Tiputini” (ITT), un enorme depósito de crudo situado en la selva amazónica y por el que el gobierno de Ecuador está pidiendo grandes sumas de donaciones -se calcula que un total de 3.600 millones de dólares- para evitar su explotación.
De acuerdo a encuestas corridas a nivel nacional, más del 60% de la población estaría dispuesta a aportar a la iniciativa Yasuní; la teletón realizada en diciembre pasado así lo ha comprobado, prácticamente se superó en un millón de dólares el objetivo fijado para la recaudación.
Esta decisión que contradice a la Constitución vigente que en su artículo 407 expresa: “Se prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles, incluída la explotación forestal. Excepcionalmente dichos recursos se podrán explotar a petición fundamentada de la Presidencia de la República y previa declaratoria de interés nacional por parte de la Asamblea Nacional que, de estimarlo conveniente, podrá convocar a consulta popular”, es tomada considerando una licencia ambiental que se entregó a la transnacional Petrobras bajo otro marco jurídico.
El Bloque 31 tiene escasas reservas petroleras, que sólo son rentables si se juntan a las que produciría el ITT.
Esto constituiría un doble contrasentido:
La voluntad popular se ha declarado, varias y de diversas formas, en contra de la explotación del ITT. 
Si las reservas del 31 son tan escasas, entonces esta inversión sería riesgosa, por decirlo menos, por tanto se estaría poniendo en peligro un dinero que es propiedad de los afiliados. 
La cifra de 180 millones de dólares, está actualmente en discusión al interior del BIESS, es el momento preciso para reenviar la carta que habíamos presentado tiempo atrás cuando supimos de esta intención. El dinero del Banco del IESS, es dinero de los aportantes del Seguro.
Para firmar la carta, descárguela aquí , y reenvíela a las siguientes direcciones mail:

Deja una respuesta