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Escritores de todo el mundo entre los que se encuentran Günter Grass, (Premio Nobel 1999), J.K. Rowling (Harry Potter) o la chilena Isabel Allende apuestan colaborar activamente con el reciclaje; presionando a las editoriales para que sus libros se impriman en papel reciclado. 


Así, se estima que sólo con la venta en Canadá del libro de la escritora inglesa J.K. Rowling “Harry Potter y la Orden del Fénix” en papel 100% reciclado se evitó la tala de casi 40.000 árboles. Hoy son cerca de 250 los escritores que se han sumado al proyecto.

Este proyecto que se llama “Libros amigos de los bosques”, lo inició Greenpeace en el 2004 y está consiguiendo grandes avances. La propuesta, según Greenpeace, espera lograr que la industria editorial asuma su responsabilidad medioambiental rechazando prácticas que fomenten la destrucción de bosques primarios y apoyando la compra de papel responsable con la naturaleza. 

«Aunque el papel es un producto natural y reciclable, su origen (muchas veces) es la madera procedente de los bosques y en muchas zonas del planeta los bosques están siendo destruidos para producir papel», declaró el responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto.

Entre los autores internacionales que se han sumado a la iniciativa se encuentran Günter Grass, J.K. Rowling, Charlotte Bingham, Margaret Atwood, Alice Walker, Niccolo Ammaniti, o Andrea de Carlo, Isabel Allende, Manuel Rivas, Javier Cercas, Fernando Sánchez Dragó, Javier Moro, Álvaro Pombo, Espido Freire, Soledad Puértolas o Joaquín Araujo; así como algunas obras de los fallecidos José Saramago y Miguel Delibes.

Especial relevancia tiene el tema de que sean los autores quienes presionen a las editoriales para conseguir estos logros ecológicos ya que durante años, la industria editorial basada en los altos costos que supone introducir eln nuevo modelo de producción, se mostraba reticente a introducir estas mejoras medioambientales.

Uno de los primeros libros vinculados a este proyecto fue “El bosque de los Pigmeos” escrito en 2004 por Isabel Allende y que supuso un «espaldarazo» muy bueno a la campaña. A su editorial, Random House Mondadori, se unieron más tarde otras editoriales como Destino (Grupo Planeta), Blume, Trotta, Tusquets, Anagrama, Ediciones Xerais, Icaria Editorial, y RBA Ediciones. Parece ser que poco a poco la industria empieza a hacerse eco de la demanda de productos ecológicos por parte de la sociedad. Según Miguel Ángel Soto, responsable del proyecto, ”el sector editorial tiene que ser el primer interesado en asegurar la supervivencia de las masas forestales del planeta”.

Algunos de los resultados de esta campaña son realmente esperanzadores. Según Greenpeace, en 2004 (primer año de la campaña) más de 4,5 millones de libros fueron publicados en papel reciclado.

En 2008 la utilización de este papel reciclado para libros evitó la tala de casi 2.000 árboles, el equivalente a cuatro campos de fútbol según recogía la web de literatura Papelenblanco.


Y sólo con la venta en Canadá del libro de la escritora inglesa J.K. Rowling “Harry Potter y la Orden del Fénix”, impreso en papel 100% reciclado, se evitó la tala de casi 40.000 árboles, el gasto de más de 63 millones de litros de agua y el equivalente en electricidad a la consumida por un hogar medio durante 262 años.


En 2010 la industria papelera española importó más de un millón de toneladas de papel, la gran mayoría provenientes de Finlandia, Canadá o Rusia, países en los que se destruyen bosques primarios, según Greenpeace. De hecho según recoge la Fundación Consumer más del 80% de los bosques primarios del mundo ya han sido devastados. Por ello las iniciativas que fomenten la utilización de papel reciclado suponen un gran avance ecológico.

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