Por: Fausto Valero
Cuando la conocida frase fué lanzada para realizar la promoción de nuestro país utilizando toda la maquinaria publicitaria estatal (dentro y fuera de nuestras fronteras), muchos pensamos que iría realmente acorde con su esencia: «el amor a la vida» que es innato en l@s ecuatorian@s; y para demostrar el compromiso (como pueblo y como estado) con el regalo más grande con el que pueda haber sido privilegiado nuestro Ecuador: la biodiversidad (diversidad de vida).
Más aún cuando los sueños de que una Constitución que contemplara los «Derechos de la Naturaleza» se hacían realidad en la nuestra, la que fuera llamada en algún momento como la «constitución más verde del planeta» que en su TEXTO puede ser un «canto a la vida».
Sin embargo los acontecimientos que han venido ocurriendo desde hace varios meses atrás, como por ejemplo: concesiones mineras para realizar actividades a cielo abierto en lugares de altísima sensibilidad con empresas que no tienen un historial muy amistoso con la vida en otras partes del mundo; acusaciones de sabotaje y terrorismo a representantes de estas comunidades (muchos de ellos ejemplo de diversidad étnica) que se oponen a este tipo de actividades en sus espacios de vida; la pretensión de expandir la frontera petrolera hacia el sur oriente del país (especialmente provincias de Pastaza y Morona Santiago) empleando un mecanismo de «consulta previa» que desde un principio ha venido siendo rechazado por las comunidades que ahí viven por cometer y aumentar las mismas acciones de experiencias previas; y más recientemente, la intención del presidente del Ecuador de abrir paso a los transgénicos, aún cuando recientemente 8 países de Europa prohibieron este tipo de investigaciones en sus territorios por el creciente rechazo social. (Caso maíz MON810 de Monsanto).
Días atrás llevamos a cabo una encuesta en la red social Facebook dirigido a usuarios al azar de dicha red; con la pregunta: Ecuador es promocionado como país que Ama la Vida. Crees que hay control y políticas claras para serlo?… Los resultados marcan una tendencia muy clara: De 156 personas que respondieron; 127 contestaron que No piensan que exista control ni políticas claras para serlo y 29 dijeron que Si.
Varias de las personas que respondieron esta encuesta dejaron también sus comentarios, entre los que podemos resaltar:
- Christian Loaiza S.: «Considero que Ecuador lo tiene todo para ser considerado como un país biodiverso, pero desde el momento que se usa esa imagen como plataforma política, ya existen problemas graves, sobre todo cuando se pone el interés económico por encima del cuidado ambiental…»
- Andrea Novillo: «Tenemos las leyes, pero no la voluntad de cumplirlas, ni la conciencia moral y ambiental…»
- R. Guevara: «No hay todavia una cultura ambiental fuerte para decir que AMA LA VIDA. No hay control aún..pero poco a poco esta presidencia, está haciendo algo al respecto..pero aun hay mucho por hacer..»
- Verónica Araujo E.: «Las leyes ambientales de nuestro país son muy buenas, pero es letra muerta porque no hay organismos que las hagan cumplir, es decir no hay control»
- Alejandro Martínez: «Es hipocresía».
- P. Rasa Bihari: «Es sólo una manera de mostrar el buen humor de los de turno. Son re chistosos.»
- Oksana Luckyj. «Una manera muy extraña de amar la vida»
Los resultados de este ejercicio de percepción ciudadana pueden ser o bien tomados para mejorar el concepto y las acciones respecto una clara tendencia de no creer algo sólo por que el hecho de que se lo repite hasta la saciedad; sobre todo en una sociedad actual con mucho acceso a información a otras fuentes que no sean únicamente la oficial; o desechados subestimándolos para seguir con las mismas prácticas que poco a poco dejan de convencer a un creciente sector de la población.
Para amar la vida, no se requiere una campaña mediática, pues como menciona Byron Mora B. en otro de los comentarios : «NOSOTROS, el pueblo ecuatoriano ama la vida y eso nadie lo discute». Para que una institución como lo es el estado la haga REALMENTE suya, debe hacer que sus acciones no borren esa pasión.