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Arturo Hortas, documentalista, director y cantautor español (Zaragoza, 35 años) que ha realizado ya varios trabajos documentales y de investigación en torno a la situación de los pueblos amazónicos, visitó recientemente por nueva ocasión nuestro país para preparar su más reciente material en torno al pueblo de Sarayaku. Ballenita Sí tuvo el gusto de dialogar con el director de Sucumbíos, Tierra Sin Mal y Yasuní, el Buen Vivir, que ahora compartimos.
1. Que trae a un español (alguien del “primer mundo” a internarse en lo profundo de la selva ecuatoriana? 
No me gusta categorizar, es una pena que tengamos que hablar de jerarquías mundiales. Pero se que te refieres al status económico que se presupone a un europeo (aunque sea de un país “rescatado”) y en España hace 60 años también se vivían calamidades, no es tan lejano, yo soy nieto de la posguerra y del racionamiento, hay cosas que todavía se arrastran. Y piensa que llevamos 35 años de democracia y la crisis actual está tumbando la economía española. 

Por supuesto que sigue habiendo muchas diferencias. Esto en lo referente a lo social. En cuanto a lo ambiental, siempre me apasionó la naturaleza, por haber crecido en la montaña (Pirineos), lo que me llevó a estudiar veterinaria. Tuve el título congelado un tiempo, pero un día descubrí que mi facultad tenía un convenio con la Universidad Campesina Amazónica de Sucumbíos…de esto hace 6 años, en este tiempo he hecho 6 viajes a Ecuador, he recorrido gran parte del país, he vivido un año en diferentes etapas, casi todo el tiempo en el Oriente 
2. Cuál es la perspectiva (en tu opinión) de la realidad actual de los pueblos amazónicos 
Pienso que los pueblos originarios lo tienen muy difícil para conservar su identidad. La conquista no ha cesado, perdura el neocolonialismo tanto externo como interno. La gran desgracia de los pueblos amazónicos es que viven rodeados de recursos naturales. Al mundo moderno le interesa más bien poco la sabiduría ancestral, las riquísimas culturas que han vivido en la Amazonía durante miles de años y que han conservado este pulmón del planeta que aporta el 20 % del oxígeno y del agua dulce al planeta. Estos pueblos poseen conocimientos en medicina que se están perdiendo, por mucho que las farmacéuticas intenten patentar los principios activos de estos remedios tradicionales, lo cierto es que sólo los indígenas saben la receta. 
A los pueblos indígenas se les ha acosado hasta la extenuación, porque suponían una amenaza para las transnacionales. Por ejemplo, los Waorani fueron evangelizados por el Instituto Lingüístico de Verano, el famoso ILV, evangelistas que en los años 50 llegaron a Sudamérica como avanzadilla de la colonización (petrolera) que llegaría después. Los Waorani eran un pueblo guerrero, que se resistió a la entrada de las contaminantes petroleras. Es solo un ejemplo. En Sucumbíos, por otro lado, como consecuencia de la presión invasora, desaparecieron dos nacionalidades indígenas: los tetetes y los sansahuaras . Lo más macabro es que a uno de los campos petroleros construido por Texaco le pusieron el nombre de campo Tetete. 
3. Has estado en la selva de otros países ? 
Por muy poco, justo en la frontera de Ecuador con Perú, en una zona que hace pocos años era territorio ecuatoriano, la zona de Nuevo Rocafuerte, en la desembocadura del río Yasuní en el río Napo, donde empieza la Reserva de la Biosfera Yasuní. Obviamente, era la misma selva 
4. Que diferencias o similitudes encuentras entre esos pueblos? 
No llegué a contactar con pueblos indígenas en Perú. Se que más al sur están los Awajun, que serían los hermanos peruanos de los Shuar en Ecuador. Todos ellos famosos por reducir las cabezas de sus enemigos…antiguamente, claro. 
5. Que diferencias encuentras entre los pueblos amazónicos del norte (afectados por la explotación petrolera) y los del centro sur (en resistencia frente al posible ingreso de esa actividad). 
He tenido un contacto reciente con la zona centro sur de la Amazonía ecuatoriana. En concreto, en Zamora Chinchipe he entrevistado al Prefecto Salvador Quishpe, kichwa del pueblo Saraguro. En Pastaza, he estado en la comunidad Sarayaku, también kichwas amazónicos. Lo que observo es que la sociedad de la información está ayudando mucho y que los indígenas del siglo XXI están mucho más preparados que los de la segunda mitad del siglo XX en Sucumbíos, que ni siquiera estaban informados de los efectos tan dañinos para la salud que tenía el petróleo y que se bañaron y bebieron de aguas contaminadas. 
En Zamora Chinchipe se ha aprobado el Proyecto Mirador, el primer gran proyecto de minería a cielo abierto en Ecuador. Si no se detiene, Zamora va a sufrir un cambio radical en dos años. Las autoridades locales sufren desinformación del proyecto, no se ha realizado correctamente el proceso de consulta previa que marca la Constitución y los grupos de resistencia hablan de persecución, de maltrato por parte de las empresas que van a desarrollar el proyecto 
La provincia de Pastaza, por otra parte, es territorio incluído en la XI ronda petrolera. El caso más emblemático es el del pueblo Sarayaku, que podría compararse con la aldea de los irreductibles galos Astérix y Obélix que resiste ahora y siempre al invasor con la ayuda de la mejor poción mágica: el cerebro. 

Recientemente, Sarayaku ha recibido la visita de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), que es en América lo equivalente al Tribunal de la Haya en Europa. Sarayaku llevó al Estado ecuatoriano ante la CIDH, acusándolo de no respetar las leyes nacionales e internacionales que obligan a realizar la consulta previa a los pueblos indígenas dueños del territorio objeto de prospección petrolera. Hablamos de un territorio de 165,000 hectáreas que el pueblo de Sarayaku considera sagrado y lo llaman Kawsak sacha (selva viviente). Hablamos de 1400 Kg de un explosivo llamado pentolita que fue enterrado sin el permiso de la comunidad en su territorio, explosivo que se utiliza para realizar el proceso de sísmica en la exploración y que todavía sigue allí a pesar de una anterior resolución de la CIDH que obligaba al Estado a retirarlo. Existe un hecho sin precedentes y que creará jurisprudencia, es el hecho de que por primera vez el Estado ha asumido su responsabilidad en esta violación de los derechos humanos, violación que fue incluso a través de agresiones físicas realizadas por personal de la compañía petrolera argentina CGC (Compañía General de Combustibles) y el ejército ecuatoriano en 2002 
6. Sucumbíos Tierra Sin Mal, un largo recorrido por Festivales y premiaciones. Cuál piensas que ha sido el impacto en el público de este trabajo ? 
La respuesta del público ha sido impresionante. La verdad es que es un trabajo que está llegando a los corazones de la gente, es un trabajo que ha estado en varias televisiones, en festivales de 14 países y calculo que lo habrán visto unas 100,000 personas 
7. Ahora con Yasuní, el Buen Vivir; hacia dónde vas como objetivo ? 
El objetivo de este segundo documental ha sido describir de manera sencilla una iniciativa de conservación de 200,000 hectáreas en la reserva Yasuní, que fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Este trabajo es la segunda parte de una serie de cuatro documentales sobre la Amazonía ecuatoriana. 

8. Cuál es tu opinión de la propuesta Yasuní ITT y el punto en que se encuentra hoy en día ? 
Es una iniciativa novedosa y tan interesante como difícil de llevar a cabo. Pero claro, si fuera fácil ya se habría hecho antes. De momento ha conseguido que se hable de la reserva Yasuní y se ha acuñado el verbo “yasunizar”. Yasunicemos en muchos sitios, hay que conservar estos lugares tan ricos a nivel medioambiental.
9. Que opinión es la que más frecuentemente escuchas en las presentaciones del documental? 
Despierta algo de extrañeza esa propuesta de compensar económicamente por no explotar el petróleo, aunque esa sería una visión simplista. En cuanto entran en los detalles y contrastan la información, ya no les parece tan extraña. En cuanto a la manufactura del documental, el estilo es muy parecido a “Sucumbíos”, aunque tal vez “Yasuní” sea más técnico 
10. Sarayaku, que opinas del proceso de resistencia a las actividades petroleras en su territorio? 
El pueblo de Sarayaku tiene derecho a resistirse a la explotación petrolera en su territorio y a exigir el cumplimiento de las leyes sobre la consulta previa y el consentimiento libre e informado. En cierto modo, en Sarayaku también se está intentando yasunizar. Es un ejemplo para todos el funcionamiento participativo de la Asamblea de Sarayaku 
11. Palabras finales 

A veces se nos hace un poco grande este tema, especialmente en estos tiempos de crisis, en los que miramos más por la supervivencia día a día que por el futuro a medio y largo plazo. Sin embargo, el tiempo pasa rápido, lo que creemos lejano llega antes de lo que pensamos, debemos actuar ya, debemos trabajar por algo más que nosotros mismos. Los pueblos indígenas dicen “somos Uno”. Yo me siento integrado con todos los que me rodean, lo que hago a los demás me lo hago a mí mismo. Debemos trascender, salirnos de la egolatría imperante en el planeta.
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