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Un pequeño listado de «verdades incómodas» alrededor de la SOSTENIBILIDAD, que aunque conocidas por muchos; son expresadas por muy pocos. Conocerlas y aceptarlas nos puede llevar hacia un mejor comportamiento como colectivo humano.

  • Sólo los habitantes del planeta que llevan estilos de vida insostenibles se preocupan por ser más sostenibles. En muchos casos, quienes tienen una forma de vida sostenible están cada vez más interesados en copiar el modelo insostenible – consumista de los primeros.

  • Ofrecer productos y servicios “verdes” no conlleva necesariamente un aumento de la demanda, especialmente si las buenas prácticas no afectan directa y positivamente a la experiencia del turista. Eso sí, las malas prácticas pueden expulsarte del mercado.

  • Hoy en día, ser irresponsable social o ambientalmente puede resultar más rentable, especialmente a corto plazo.

  • Gran parte de lo que se autodenomina eco, bio, sostenible, verde, etc. no corresponde a la realidad. Esto ha provocado la indiferencia y despreocupación de muchos consumidores.

  • Los vuelos internacionales son altamente insostenibles, generan dependencia de petróleo y contribuyen intensamente al cambio climático.

  • La Responsabilidad Social (RSC o RSE) de las empresas más que tender a modificar el modelo de negocio hacia otro más responsable y sostenible, suele centrarse en lavarse la s manos con pequeñas acciones financiadas con una mínima parte de los beneficios. A pesar de esto, grandes empresas que generan severos daños ambientales y sociales, han tenido éxito en desactivar las críticas a su modelo de negocio y transmitir la idea de que el sector privado está haciendo algo positivo. Si se quiere implementar algún cambio sustancial en el sector turístico (o cualquier otro) no basta con dejar que las empresas se auto-regulen.

  • De manera general, las políticas de gobiernos y empresas no tienen en cuenta los efectos de sus acciones a largo plazo y son incapaces de ofrecer una solución convincente a los cada vez más urgentes desafíos que enfrenta la humanidad. El sistema económico necesita cambios muy sustanciales y no superficiales como hasta ahora.

  • La inmensa mayoría de los consumidores no suelen comprar de forma ética, especialmente si no les reporta algún beneficio directo.

  • La sostenibilidad es pasada por alto en muchas ocasiones, por limitar en gran medida el consumo de bienes materiales. Por ejemplo, no tener auto es sostenible; tener un auto ecológico no tanto.

  • El consumo responsable por sí solo es insuficiente para modificar los problemas del modelo económico de mercado; aunque SI puede ser el punto de partida para hacer cambiar la situación. Los consumidores TENEMOS mucho poder, de así quererlo.

Basadas en un artículo publicado originalmente en Viaje a la Sostenibilidad.
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