¡Hola!, dice esta letra
que sale del corazón,
como saludo a este bello planeta
al que le debo la vida y el amor.
Un aplauso al aire que me deja vivir,
al tiempo que mi vida deja transcurrir,
a la tierra que me da de comer
y al agua que calma mi sed.
¿Como estás? sigue mi carta,
para preguntar como están tus mares,
como están tus ríos y grandes glaciares,
como sopla el viento, si frío o cálido,
si limpio o contaminado,
como está tu tierra,
si verde o café,
si esta viva o perdió su fe,
como está la vida en esta tierra
si sigue sana y muy viva
o enferma en sentencia a muerta.
¿Qué haremos? pregunto yo,
si seguir viviendo como hasta ahora,
conformes con lo que tenemos
o pelear por este planeta que llora
y que avisa que lo perdemos,
si avanzar en el progreso
de unos cuantos amigos
o regresar a la tierra
en nuestro propio beneficio,
si respirar negro
o limpiar el alma,
si esconder todo el cielo
o poder ver las estrellas con calma,
si beber de la fuente de la vejez
o gozar de una juventud aplazada
si seguir en la estupidez
o gozar de nuestra Tierra amada.
¡Hasta pronto! me despido
sellando este escrito,
pidiendo a las generaciones futuras,
cambiar un auto por una bicicleta,
sin importar critica alguna,
conociendo primero tu casa
mejor que ninguna,
cuidar del agua que beben,
para aquellos que atrás vienen.
¡Firmo! con puño y letra
este hermoso poema,
uno más dedicado a mi Tierra,
uno más en son de protesta,
porque ella no puede hablar,
pero a través de mi lo ha de lograr,
ayudando a rescatar
agua, aire, tierra
y todo cuanto no se pueda comunicar
con sus verdugos inconscientes,
auto denominados sapientes.
¡Gracias! por leer esta carta,
por ofrecerla a todos,
por compartirla con todos…
por comunicarla a todos.
Toma conciencia,
Tu vida, está en peligro,
sino haces nada,
nadie lo hará por ti.
Recordando:
«El Hombre que protege a la Tierra, protege a su Familia»
Leonardo Daniel López Condoy
Dinho