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En la parroquia Posorja, sucedió la siguiente historia:

En un punto de la playa de Posorja, llamado la Poza, cuentan que un párroco de la Iglesia San Francisco, debido al caluroso clima decidió tomar un baño. Quienes fueron testigos de lo ocurrido se sorprendieron al ver que este no volvió a salir del agua. Después de un tiempo de este suceso, un barco llamado Vikingo I, naufragó a causa de un inexplicable oleaje, que sin razón se produjo en esa misma zona.

La poza había sido una distracción de la parroquia, pero con estos acontecimientos, ya nadie la quería visitar.


Cierto día, una chica se sumergió en este sitio y encontró en la arena una estampita de la Virgen del Mar, una amiga que la acompañaba se sumergió en busca de algo parecido; al rato se escuchó el grito espeluznante y desgarrador de la muchacha, pues su pierna había sido cercenada por lo que ella describió como un pez gigante.


Buzos nacionales y extranjeros han intentado encontrar el fondo de La Poza sin lograr su objetivo. Hay quienes aseguran que han visto en el fondo un gran animal dormido cuyo ojo es del tamaño de una persona.



Se asegura que la Poza tiene comunicación por debajo del agua con la iglesia San Francisco y que si hubiese un terremoto, esta se hundiría por completo.


En 1994, hubo la presencia de vientos huracanados y grandes , que al retirarse dejaban ver el inmenso hueco en que habita «El Mero». En aquella ocasión, se hundió El Vikingo II, por lo que la historia de este animal gigantesco es que vive en esta playa hasta la actualidad.


Aurelina Mata Morán 1951
Posorja
Recopilado en Mitos y Leyendas de la Península de Santa Elena. 
María Teresa Alvarez, Sol Damerval

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