Como aquello amantes descubiertos en medio de la pasión,
redescubiertos siglos después en una playa lejana.
Así vivimos, así morimos.
Escapando de las miradas extrañas,
del significado y el significante
Alejándonos a la luz del día,
para no recordar las pasiones de un amor finito.
Ojalá nos aprisionaran con piedras, barro y arena,
cubiertos para siempre del sol,
obligados a mirarnos en la pacifica oscuridad,
de la tumba, del lecho, de la prisión.
Atemporales y sin necesidad de despertar.
Ojalá nos negaran como a ellos las excusas cotidianas
repetidas con labios entreabiertos y ojeras azules
ojalá nos exiliaran y hasta nos olvidaran.
Ojalá nos despertaran otras épocas,
otras gentes, otras lenguas
y nosotros extasiados por la caricia inacabada
creyéramos su historia, nuestra historia,
olvidando la torpe, lujuriosa y lasciva verdad.
Por Gabrielle