Entre los visitantes a Montañita están los que prefieren evadir la noche ahí y salen antes que caiga el sol; están los que llegan un fin de semana y no quisieran salir más y también están los que llegan por un par de días en su plan de viajes y se quedan 20; que luego se van y antes de darse cuenta están de vuelta. Esta es una de esas historias por o Luizinho desde Portugal para Ballenita Sí.
Conocimos mucha gente, muchas cosas acontecieron y acabamos por quedarnos mas tiempo del que esperábamos en Montañita, más en realidad el tiempo pasó volando.
En los primeros dias visitamos Ballenita, un pueblo a una hora de Montañita, donde Fausto (um amigo ecuatoriano) tenía una casa. Pasamos ahí un dia por la playa y aprovechamos para visitar un museo del Farallon Dillon con los restos de antiguos navios naufragados.
A mitad de semana asistimos a la «Noche de duendes» en uno de los bares de Montañita, teatro, música, fuego y performance hecho por unos amigos, entre ellas dos españolas, Irene e Leticia.
En el día 19 supimos que habría una fiesta de trance de Luna Llena en Kamala, un complejo de cabañas a unos 10 minutos a pie desde Montañita por la playa, y Victor, un amigo chileno que hace icosaedros (estructuras geometricas tridimensionales de 20 lados) nos propuso que hicieramos la decoración de la fiesta, nosotros aceptamos y ahí nos divertimos mucho, la decoración fué un espectáculo y la fiesta fué alucinante.
El resto de dias, seguimos aprendiendo nuevos puntos de macramé, aprovecha para producir y aumentar nuestro surtido, y claro, pasear por Montañita y alrededores con la «banda de los choclitos» (nombre con que nos bautizó el Che el argentino).
El sábado, dia 25 en Ecuador a las 5 de la mañana y después de una despedida para la cual no hay palabras, dejamos atrás a un grupo de buenos amigos que nunca olvidaremos…
Después de Montañita fuimos a Cuenca ( la tercera ciudad más grande del Ecuador, es muy hermosa), estuvimos allí 2 noches y luego fuimos a Vilcabamba «el pueblo de la longevidad «, donde hay un gran porcentaje de personas centenarias, algunos dicen que es por las propiedades del árbol «Wilco» (Vilca), que da nombre a la ciudad, otros dicen que es el agua … Lo que es seguro es que hay una tranquilidad inmensa en Vilcabamba … Tal vez esta es la razón …
Se supone que aquí esperaríamos al resto de la «banda de los choclitos», sino como el futuro es incierto y los planes cambian, decidimos volver a Montañita a pasar unos días más y hacer unas inmersiones finales en las aguas del Pacífico, aprovechamos esta ocasión para ir a Olon, más tranquilo y tal vez más bello que Montañita.
Sábado 3, salimos a las 5 pm Montañita hacia el Perú y, después de más de 24 horas de viaje llegamos a nuestro destino, Chachapoyas, Kuelap para visitar una de las ruinas más importantes del Perú, aunque poco conocida, no dicen que es el Machupichu del norte del Perú.